Sorpresa Sorpresa ! ! !

para todos los que estaban esperando con ansias la sorpresa al fin esta aqui. Hagase notar que solo era yo, que patetico. esto se supone que era una colaboracion de marifer y yo ( nisiquiera me voy a tomar la molestia en poner el link a su blog porque la mendiga ya lo dejo morir). si se preguntaban (again... solo era yo) por que tardo tanto en salir esta "cosa" preguntenle a la dueña del difunto antes mencionado. los dejo con este pequeño pedaso de historia que quien sabe cuando sea terminado (a ver si alquien colabora). Yo se que no es y no se compara con Derechos de autor del famosisimo Autor pero pues uno hace su intento.
sin mas ni mas aqui esta
 
" Cosa de dos "
 
Aquí estamos ahora, en este pequeño complejo con nada mas que habitaciones solas. Mesas, tablones, escombro es lo único que puedo ver, si así se puede decir. Esta gruesa niebla de nada mas que polvo apenas deja reconocer el contorno de las cosas. Mi corazón palpita mas fuerte que nunca he corrido kilómetros en calles donde nunca antes he estado y no he encontrado ninguna salida... todo el paisaje es igual, todo gris sin algo que me diga hacia donde dirigirme.

 Este pareciera el cuarto mas pequeño. La veo a ella a un lado o debajo...  o arriba, estoy tan agotado que he perdido mi ubicación espacial y estamos tan apretados en esta esquina detrás de este tablón. Puedo notar que ella también esta asustada... sus ojos abiertos, su respiración corta y el sudor que le escurre por el cuello me dicen que ya no puede mas, y yo no puedo hacer nada. De pronto los volvemos a escuchar, como las últimas horas, ahora mas cerca.

-Miguel ya despierta se te hace tarde para el   trabajo el desayuno esta en la mesa, la cafetera esta prendida, no se te olvide recoger tu saco de la tintorería. Recuerda que hoy vamos a la comida de tu hermana. 

 -Si por supuesto, andale tu también que no quiero que vayas a perder tu junta.

Se despide con un pequeño beso y esa sonrisa tan característica de ella que siempre le alegra el día a Miguel. 

El mismo tráfico, las mismas tiendas, Miguel se había acostumbrado a vivir en el mismo lugar y a trabajar en el mismo lugar. Incluso a lidiar con el mismo jefe a quien ya no le prestaba tanta atención como en un principio, Miguel se sentía predecible, sabía que su jefe lo iba a regañar por llegar tarde y que Liz la secretaria le iba a traer el café sin azúcar como cada mañana de los últimos cuatro años.

 No dejaba de pensar en la sonrisa de Raquel. Desde hace dos años le alegraba el día, quizá por eso dejo de escuchar a su jefe  o de tomarle tanta importancia a lo que fueran a pensar de el. Su autoestima había mejorado mucho y no se diga Raquel, eran la pareja perfecta se complementaban en todos los aspectos. 

No comprendía como era que ella siempre sabía lo que el quería decir, lo entendía, le quitaba las palabras de la boca, siempre hacia lo que el necesitaba en el momento. Aunque bueno, el también podía hacer lo mismo. Supongo que eso pasa cuando encuentras a la persona correcta.
-Si, es uno gris de corte recto, lo deje el miércoles y me dijeron que estaría hoy 

Miguel se subió al carro, vio el reloj por enésima vez en ese día y se dio cuenta que la comida de su hermana ya había comenzado.  

El no se preocupaba, Raquel le daba un sentimiento de que todo estaba bien y todo seguiría así. Estaba solo a 2 cuadras de su casa, sabia que ella estaría ya lista para partir en cuanto el llegara y el hecho de ir tarde no seria el tema de su conversación. No es que a ella no le gustara pasar tanto tiempo con su familia. Al contrario, se la pasaba fenomenal con ellos, simplemente es algo que hay entre los dos, siempre estaban bien.  

Efectivamente, llego a su casa y Raquel ya estaba lista para salir con un vestido rojo. Le quedaba tan bien, que Miguel se sintió el hombre mas feliz del mundo…         …por segunda vez en el día. Ella lo sorprendía de una manera diferente cada vez. 

En el camino platicaron de diversas cosas, y Raquel le mencionó que había sonado el teléfono varias veces peor nadie había dicho nada del otro lado del auricular, Raquel no había dado importancia al suceso y siguió platicándole a Miguel acerca de los planes que tenia para el día siguiente. 

Veinticinco minutos de carretera, no falta mucho para que lleguen al evento. De pronto el tema que pensaron no se hablaría surgió. -vamos tarde – si – de seguro apenas están poniendo la mesa, será solo elegantemente tarde - si... que elegantes somos - jajaja.
 
  
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Si eso era todo. y lo siento por quien dijo "tanto pedo pa cagar aguado" porque ya lo leiste